El Bronze Museum de Arte Africano Celebra el Egúngún

Bajo los cines del Fashion Square Mall, yace un tesoro cultural africano: El Bronze Museum. Y no sólo contiene esculturas, sino la cultura viva.

El Hallazgo

El duro látigo del covid azotó las puertas de decenas de negocios en el  Orlando Fashion Square Mall en la Colonial, donde cada paso genera un eco de desolación en sus pasillos desiertos.

Según el portal web del mall, el Fashion Square es el centro comercial cerrado más antiguo de Orlando, y desde julio de 1973 se posicionó junto al altamente concurrido SEARS, cerca al histórico Centro de Entrenamiento Naval donde ahora está Baldwin Park.

Pero el 19 de febrero del 2022, el mall ya no contenía aquel rítmico zapateo de los consumidores en los pasillos que acompasa el incesante cuchicheo y los mil y un sonidos de bazar persa que salen de los cientos de tiendas instaladas en sus entrañas.

Así, perdido dentro de aquel triste espectáculo silencioso en la búsqueda de un baño fue como por serendipia o destino que vislumbré en la coyuntura de dos pasillos el imponente aviso de película:

bronze kingdom

El Imán

Relegando la necesidad biológica que me impulsaba en la búsqueda de un baño, me dejé atraer por aquel imán que despertaba mi curiosidad.

Al cruzar el umbral me recibió una cortina de incienso y me adentré como Alicia en la guarida del conejo. 

Saludé aquel espacio ancestral de acuerdo a lo aprendido con papá y me permití simplemente admirar. El trabajo que aquellos hombres y mujeres habían depositado en aquellas esculturas de bronce quizá les había costado dedos, manos, ojos, piernas y mucha piel. Quién sabe, quizá los escritos de un cronista de la época andan por ahí perdidos con los detalles sobre la manera como daban forma a las gigantescas piezas del pesado y duro metal.

Como sea que haya sido, es impresionante. Las curvas moldeadas, la lisura de espejo y la corruguez de papel maché, la delicadeza del detalle, la sutileza del gesto, el símbolo vivo, la metáfora vuelta escultura, el martillo y el fuego vueltos pincel. Este tesoro africano resguardado en  un mall americano es parte de una colección de Rawlvan Bennet, un congolés que desconocía su origen hasta que compró una máscara que lo hipnotizaba cada vez que pasaba por en frente de ella y que sin él  saberlo, era congolesa. 

Poco a poco reunió las piezas intercambiando su trabajo por ellas hasta llegar a lo que es hoy: la colección más grande de arte africano en Orlando distribuida en dos locaciones: en la International y en el Fashion Square.

Antes de irme me invitaron al Egúngún. Acepté sin saber de qué se trataba y a los tres días volví al lugar. 

Egúngún

Los participantes vestían coloridos y elegantes trajes, pero también predominaba el lino blanco. Un cuento narró la divinación de la muerte de un envidioso y seguido la divinadora dio la bienvenida a la celebración del Egúngún, la representación del espíritu colectivo de los antepasados reunidos con el fin de preservar la cultura Orisha, sus principios, sus valores y su tradición.

Comenzaron a retumbar las congas y una clave reconocida por Celia Cruz y Héctor Lavoe sonó entre los llamados de las tamboras. Los asistentes bailaron y se acercaron al altar donde una divinadora recibía sus ofrendas para presentarlas a los antepasados. 

Aquellos abuelos muertos llenos de conocimiento y sabiduría estaban ahí presentes en una apertura entre el más aquí y el más allá para recibir las peticiones de los vivos, para ayudarles y guiarlos en el camino hacia la búsqueda de la realización personal a través del fortalecimiento colectivo y la continuación de su cultura. 

Dice la divinadora: “Debes poder nombrar a siete ancestros, siete generaciones atrás, para poder determinar de dónde vienes y así poder decir quién eres. La religión custodia nuestra tradición y cultura. Y es allí donde descubrimos esa conexión para revelar quiénes somos.”

El baile continuó después de las ofrendas. Yemanyá y Changó marcaron la clave del cierre. La felicidad de sentirse parte de una raíz se instauró en los rostros. Los antepasados estaban ahí presentes.