Carta A La Madre Que Está Lejos

Carta a la Madre que está lejos.

Todos los días te pienso.

Tengo ganas de abrazarte.

Tengo ganas de que nos sentemos hasta tarde en la noche a ver una película o a jugar al parqués o Escalera o al Rummi Q.

Te imagino caminando por el apartamento en Cali, el mismo donde viví la adolescencia, el mismo que nos albergó cuando regresamos juntos de Estados Unidos, tú con 29 y yo con 2.

Compartimos el hecho de tener un hijo lejos. Y hoy que siento ese dolor, me hago una idea de cómo es el tuyo.

Llevamos varios años sin vernos. La vida que comienza a girar de repente más rápido y los meses se achican así como los días y las horas.

El otro día me vi par de canas en ambas sienes, otra en el bigote y otra en la patilla. También estuve charlando con un inversionista en oro sobre criptomonedas. Con otro amigo fuimos a un concierto, tomamos unos tequilas  y nos preguntamos sobre el poder. Mis responsabilidades son pagar la hipoteca, los carros, los servicios, las salidas familiares y uno que otro capricho.

Se va volviendo como más importante hablar del estado de la economía que del estado de ánimo, porque al final, si se queda quieto, la vida lo aplastaría a uno. Como Indiana Jones cuando escapa de las rocas rodantes.

En cuanto a gustos musicales te cuento que ando salsero como siempre, reggeatonero como nunca, y de gozón con los corridos tumbaos.

En cuanto al trabajo, gracias a Dios amo lo que hacemos, pues nos permite acercarnos a la comunidad, escucharla, conocerla, conectarnos, sentirnos parte de ella, fomentar el impacto económico positivo que somos los unidos por la clave del son en el Centro de la Florida.

Marisol cocina delicioso. Así que por ese lado soy supremamente afortunado, ya que a ella le da hambre primero que a mí… Es un amor, y es verdaderamente una madre gentil, entregada, devota a sus hijos. Sí, hijos. Aún no sabemos qué es, pero ya viene otro nieto.

Arturo, por su parte, es ágil, despierto, perspicaz, inteligente aunque aún puede trabajar más en su capacidad de enfoque, que cuando lo logré, será capaz de obtener fabulosos resultados en lo que se proponga a hacer.

Kinich se está preparando para venir. Considero que será un cambio complejo de navegar, sobre todo por las dinámicas de su colegio y las que lleva con su mamá. Además deja atrás a Matías, prácticamente su hermano.

He cambiado. Hemos cambiado. La tierra no deja de girar y lo que más quiero es abrazarte.

Aspiramos a visitarte pronto. Confío en Dios y las circunstancias de que tú también vendrás pronto. Quiero montarte en el carro y llevarte a la playa y a los Spring Holes. Quiero llevarte a cenar a donde tú quieras para que comas lo que se te antoje. Te extraño. La distancia se alarga con el tiempo. Sin embargo te llevó en el corazón. Eso le digo también a los niños, que jamás estarán separados pues se llevan mutuamente en el corazón y si se lo escuchan con atención podrán escuchar el nombre del otro en su latido.

Ahora, quiero que sepas que estoy bien. La idea de ir a verte me da fuerzas para salir a darle. Este país es hermosamente generoso y tenemos aliados extraordinarios. Es en realidad una gran bendición y me llena de gratitud, pues ellos han hecho posible este sueño de resaltarnos como seres positivos dentro de la sociedad.

Vivimos tiempos hostiles, lo único que tenemos es la dignidad de ser ciudadanos buenos, respetuosos y considerados. No sé si se deba a la edad que uno nota más eso el crimen en el mundo, gracias a la Constitución por la segunda enmienda, en Colombia dicen mejor la seguridad que la policía, aquí decimos mientras llega la policía, uno es su mejor seguridad.

En ese sentido, anhelo que se acabe la guerra en Israel y Palestina. Parece imposible pues Hamás parece que sólo quiere erradicar a los judíos, y así mismo, una mayoría importante de israelíes sólo quieren erradicar palestinos pues para esos todos son futuros Hamás. Complicado pues ese sentimiento se está permeando acá, con protestas estudiantiles más contundentes que las papas bomba de la Univalle.

Sin más, feliz día de la madre. Te amo y jamás dudes en contar conmigo.

¡Qué viva mamá!