El Pincel Boricua se Exhibe en el Polasek

El domingo 4 de octubre, los artistas puertorriqueños Joan Emanuelli Sánchez, Stanley Coll, Rigoberto Torres, Ángel Rivera-Morales, Juan Nieves-Burgos y José Feliciano se reunieron en el Museo Albin Polásek para proveer una mirada íntima a unos de sus trabajos seleccionados especialmente para esta exposición.

El museo, que antaño fue la casa de retiro del escultor checo-americano, seduce al visitante con sus jardines bien tenidos y pimentados con esculturas de piedra, bronce y mármol. El Segador, El Hombre que Talla su Destino, Madre, Idilio de Bosque y Emily Fuente son unas de las esculturas que te reciben a la hora de llegada y que hacen del espacio un lugar de ensueño, como si el tiempo estuviera encapsulado en la piedra y el bronce, como si aquellos trazos fueran en realidad un espejo del alma del artista.

Y en medio de este espacio donde el arte habita y el hombre apenas se mueve entre sus inmortales trazos, el pincel boricua encontró aceptación y reconocimiento por parte de la comunidad Orlandesa y de Winter Park.

Uno de los artistas emergentes en esta exposición es Joan Emanuelli Sánchez, quien después de cumplir su servicio con las fuerzas armadas de los Estados Unidos, se reconectó con una pasión pasada:

“Yo hago arte para que cuando el espectador vea mi trabajo, despierte una emoción en esa persona y le recuerde algo con lo que se sienta conectado”.

Su pintura El Hermano del Medio ilustra con contundencia una realidad de la condición humana con tan sólo tres pares de piernas. Vale la pena ir a ver aquella pintura con algún hermano del medio.

La exposición abarca tres salas y se pueden apreciar pinturas en óleo, acrílico y vinilo, también se pueden encontrar piezas experimentales con grafito y espejo. El maestro Rigoberto Torres aportó a la exposición dos esculturas de yeso. Stanley Coll trajo dos pinturas de gran formato y una escultura en cerámica.

Juan Nieves-Burgos presentó Llamarada de Pasión, una pieza de su última colección Transmutación. Y los hijos de Valentín Tirado hablaron maravillas del maestro y sus líneas que capturan el movimiento. El Guardián Rojo Salvaje de Harak Rubio funge de abrebocas a la exposición.

Ángel Rivera-Morales, pintor abstracto, director de la exposición y creador del colectivo Custodios del Patrimonio, nos compartió el motivo y la importancia de este evento:

“Estamos hoy aquí porque esta exposición no tuvo una apertura como era debido y ya queda menos de un mes para que se termine. Por eso hoy decidimos hacer un junte, para que los artistas compartieran entre ellos frente a las obras. Y la importancia de esta exposición es darle representación a los artistas puertorriqueños aquí en Florida Central y, a la misma vez, fomentar la educación de lo que es la historia del arte puertorriqueño y sus exponentes. Aquí hay un junte de un grupo selecto de artistas, algunos residentes en Puerto Rico, otros en Florida Central, pero lo importante es que cada uno de estos artistas ha hecho una enorme aportación al panorama cultural y han hecho que otras personas y otras culturas conozcan sobre nuestras raíces”.

Debido a que la oportunidad de hablar con el artista detrás de un cuadro no se da demasiado a menudo, aprovechamos para hablar con algunos de ellos sobre sus piezas y el propósito por el cual hacen arte.

Rigoberto Torres nos dijo que él hace arte para dar a conocer su herencia hispana, “La raza mía es bien importante. Yo sirvo en las galerías y en los museos. Llevo bregando desde el 80. Haciendo arte, conociendo gente, haciéndome familia de toda la gente que yo hago, pues ya son unidas a mí”.

Stanley Coll dijo “Hacer arte es la máxima expresión del espíritu. Es la mayor expresión de amor. Y es donde surge completamente una liberación. Primero hago arte para mí y luego para el pueblo. Por eso es importante ir a ver arte, para expresar nuestro sentir y crecerlo como seres humanos”.

Juan Nieves-Burgos nos compartió lo que significa hacer arte para él: “El arte ha estado en mi vida desde mi niñez y es una parte esencial de mi formacíon, de mi forma de ser como persona. El arte está… número uno. Este es mi trabajo, veinticuatro siete. Hago arte para todo el mundo en general. Ahora estoy trabajando en un arte universal, donde la gente, no importa de dónde venga, lo pueda apreciar”.

El pintor José Feliciano, quien se desenvuelve mejor en inglés que en español, nos compartió su mirada a lo que significa hacer arte para él:

“It’s a way of living for me. I’ve been an artist most of my life. An artist has to do a variety of things. A variety of mediums. It starts out with me. I’m a humanist. I’m concerned with the situation of the world. Children, adults: the ‘haves’ and the ‘have nots’. It’s my impression of the world I’m living. As the old saying goes Yesterday’s use wraps today’s fish. Art helps in problem solving, is an important aspect to learn in growing up. Musicians make great doctors. It’s the use of the left and right brain”.

En un ámbito personal, la exposición despertó en mí un sentimiento de orgullo por ver los logros de aquellos artistas, quienes buscan desde su quehacer darle forma y sentido a aquello que significa ser hispano y latino en Estados Unidos, aquello de ser un gringo-latino, aquello de ser un americano-hispano, aquello de ser artista latino en USA. Y lo más grato es que hacen su arte por convicción propia, sin importar lo que digan los demás y a momentos en contravía del qué dirán.

No se pierda la exposición, pero si no logra ir, recuerde que podrá disfrutarla en el Museo de las Américas en San Juan, Puerto Rico.

¡Larga vida a los artistas e inmortalidad a sus obras!