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¡Feliz Thanksgiving!
Tanto por agradecer. La familia, los amigos, las mascotas, el hogar, los negocios.
La tradición de sentarnos a la mesa el cuarto jueves de noviembre y agradecer se arraiga más y más en nuestro ser. Se vuelve más parte de nuestra cultura. Nosotros nos hacemos parte de la cultura. Y cortamos el pavo entero. ¿A quién le gusta la pierna? Todos aman la pechuga y el puré de papa Idaho. El maíz tierno y dulce baila en el plato y atraviesa el tiempo, es la raíz de América, el gran alimento de este lado del planeta junto a la quinoa.
Tanto por agradecer.
Es bonita la tradición porque nos aleja del hábito de pedir. La gratitud, cuando uno la manifiesta, se convierte en una energía contagiosa. La gente se siente reconocida. Se estrechan los lazos. Se calientan los corazones. Se derraman unas cuantas lágrimas de alegría. La gratitud es energía positiva. Energía que transforma, enaltece y sana.
Necesitamos más de esa energía, pues es vital que la unión se fortalezca. La unión familiar. La unión social. La unión americana.
Esto último lo digo porque los pasados dos años la situación política en el país va en decadencia. En las redes sociales se habla de guerra civil, al punto que no dicen que la van a declarar, sino que ya estamos en ella.
¡Escalofriante!
Y trágico, pues muchos migramos para huir de la violencia de nuestro país. Pero pareciera que esa desgraciada nos persiguiera. ¿Por qué? ¿Por qué seremos tan violentos? ¿A qué se debe que le hierva la cabeza a una persona cuando alguien piensa diferente? ¿Será una forma del instinto de conservación, donde la persona está tan identificada con su idea que cree que si se separa de ella, se derrumbará?
Quizá la respuesta es la apertura de un camino para poder sobrellevar las emociones. Preguntarse por qué le causa a uno ira algo ayuda a ganar perspectiva frente a la emoción y el manejo de la misma.
En Colombia la violencia partidista es sin duda lo más triste que tenemos. Cuando podamos superarla y nos encontremos como colombianos que quieren lo mejor para su país, entonces podremos sobrepasar esa barrera que nos tiene estancados en el tiempo.
Dicen que confiar es permitirse ser vulnerable porque se cree con vehemencia que no le harán daño. Eso nos hace un poco de falta, confiar más, ser un poco más vulnerables para poder cultivar un diálogo constructivo.
Sólo queda agradecerle a Dios por la paz que hemos gozado en Estados Unidos. Preservar o perder esa paz está en nuestras manos. Ya el general Butler dijo en “War is a Racket!” que el peor enemigo del país es un conflicto armado interno. Cuidémonos.
Por otra parte, el huracán Nicole abatió Vero Beach y dejó estragos a lo largo del estado. En Daytona Beach la marejada ciclónica subió seis pies y se llevó casas al océano. La marea se fue comiendo los barrancos donde estaban montadas las casas. ¡Una pesadilla!
Tropical Storm Nicole sent multiple homes toppling into the Atlantic Ocean on Thursday and threatened a row of high-rise condominiums in places where Hurricane Ian washed away the beach and destroyed seawalls only weeks ago. https://t.co/Fth2bR9CkE pic.twitter.com/3EpTNAHpXk
— The Associated Press (@AP) November 10, 2022
Y mientras en la Florida nos inundamos, en Mississippi se padece una de las peores sequías de la historia registrada.
El lecho del río parece un desierto visto desde un drón. Lo fatídico del asunto es que el Mississippi es la vía fluvial más importante del país en materia agrícola.
Enormes barcazas transportan el 94% de productos agrícolas para exportación del país. Y no se ve un fin cercano a esto. Sin el Mississippi, subirá la canasta familiar, pues el transporte de los productos agrícolas ha aumentado hasta en un 300%. Toca aguantar hasta que vuelva el agua.
Some areas along the Mississippi River are reporting their lowest water levels in decades and it could affect consumers across the country. https://t.co/C6m3cZKuur
— PBS NewsHour (@NewsHour) November 20, 2022
Por último, hay que mencionar el desfalco de FTX, el antes segundo centro de intercambio de criptomonedas más importante en el mundo. ¿Qué pasó? Sam Bankman-Fried, de treinta años, fue poco transparente con el manejo de los libros del centro de intercambio.
Los libros decían una cosa, pero las arcas decían otra. Twitter reventó con más de 250k tuits en un minuto. El centro se fue a pique. La fortuna de $16 Billones de dólares pasó a $990 Millones en una noche. FTX declaró bancarrota y Sam renunció. Hackearon el sistema y se llevaron lo que quedaba, dejando los libros en cero. Sam en Nassau.
Es una pena, pues esto frenará la adopción masiva del cripto, pero la tecnología blockchain está para quedarse. BlackRock ya ofrece spot trading de Bitcoin y Goldman Sachs lo está aceptando como colateral.
Y con lo que pasó, se avecina una Moneda Digital del Banco Central, CBDC por sus siglas en inglés. ¿Por qué? Porque es inmutable y rastreable, lo que facilita la recuperación de fondos en caso de robos, como los 50k Bitcoin que tomaron en septiembre del 2012 y los recuperaron el siete de noviembre 2022. Diez años después.
Sin más, les deseamos un Feliz Thanksgiving y GRACIAS.
¡Qué viva América!