Por Felipe Robayo
Huele a Diciembre. Los pasteles de carne, el pernil, las habichuelas se reúnen en el plato junto a la natilla, el buñuelo y el eggnog.
Suenan los clásicos de diciembre, nos reunimos para las posadas y novenas, todo lo aplaudimos y bailamos en regocijo, y al más alegre y fiestero le decimos “Se baila hasta un villancico”.
Las familias se reúnen, se encuentran a la distancia de la patria, pero el hogar está donde estén los seres amados, la patria se lleva en las venas.
Y hay algo que compartimos entre fronteras americanas, ese algo se llama: Cumbia.
La bailamos desde Buenos Aires hasta Orlando. En Colombia la tenemos en Pastor López y Totó La Momposina. En México está viva con Los Ángeles Azules que logran atraer artistas pop como Natalia Lafourcade a la escena, luego están los nuevos representantes plenos del género como Grupo Frontera y por último las estrellas emergentes como Peso Pluma y Becky G que le inyectan al género una perspectiva del hip hop y el reggaeton, el toque urbano necesario para llevar al género a las masas.
Este diciembre se bailará merengue, bachata, salsa, son, corridos tumbaos, reggaetón y altas dosis de cumbia, llegará Santa Claus y el Niño Dios.
Se trabaja y se construye todo el año para que ese árbol esté bien lleno, carajo, pero es comprensible cuando se dificulta llenarlo. Dicen que a momentos es una cuestión de mentalidad, de abordar las dificultades de la misma manera como se abordan los problemas: viéndolos como una oportunidad para mejorar.
En ese caso, si está difícil llenar el árbol, en vez de decir “Está dura la cosa” se puede decir “¿Qué hago para llenarlo?”
Dicen que la dificultad es un catalizador para la creatividad.
Claro que hay cosas que no se pueden resolver ya, como el deseo de abrazar a un ser querido que este diciembre ya no nos acompaña, y que permanecerá vivo sólo en la memoria.
Por eso permanezco pendiente de que no se me vaya esta navidad sin decirle a los seres queridos que los amo y agradecerles por todo lo que hacen por mí y por la familia, especialmente porque nunca se sabe cuándo se va a compartir la última navidad juntos.
Es lamentable la guerra en Israel, Palestina, Rusia y Ucrania. Allá no habrá Navidad…
En Argentina se posesionó Javier Milei. Le deseamos éxito en sus reformas así como prosperidad al pueblo argentino.
Elon Musk le dijo “Fuck You” a los anunciantes que lo chantajeaban monetariamente si su publicidad aparecía cerca a un contenido que pudiera impactar negativamente a la marca.
Las redes independientes lo celebraron mientras el Main Stream se escandalizó. Es cierto que chantajear con quitar publicidad es maluco, pero la relación Publisher-Anunciante es simbiótica, de modo que deben surgir concesiones que sencillamente cuesten un poco más.
A las exigencias de los clientes hay que proveerles soluciones y cobrar acorde a la dificultad y costo que significa ejecutar cada exigencia, pero el cliente debe comprender tanto las limitaciones como las bases de los servicios y los productos. Y el cliente es consciente y razonable.
De modo que, el diálogo es la mejor vía para lograr llegar a concesiones, concesiones necesarias que surgen de las negociaciones entre las exigencias del cliente y la oferta del comerciante.
En este caso la flexibilidad es fundamental para lograr la satisfación del cliente y del flujo de caja.
Al final, la paz o la guerra es una negociación. Es mejor estar en paz con los clientes que en guerra. Es mejor estar en paz con la familia. Es mejor estar en paz con los amigos. Es mejor estar en paz con los vecinos. Es mejor estar en paz con uno mismo. Es mejor estar en paz.
Les deseamos paz en su hogar, en su círculo de amigos, en su empresa y en su país.
Aunque suene cándido, sueño con un mundo donde nuestros hijos no se maten entre ellos.
Gracias a nuestros anunciantes, lectores y familia: ustedes hacen esto posible.
Feliz Navidad y Próspero 2024 ¡Viva América!