Nuestro Idioma y Sus Vainas: De Papayas y Sus Frutos

Hablemos un poco sobre las particularidades de nuestro idioma.

Para un angloparlante puede resultar bastante complejo aprender nuestro versátil idioma cuando se trata de expresiones y cuando las palabras adquieren significados particulares dependiendo de la región.

Es claro que esto también pasa cuando nosotros los hispanohablantes decidimos aprender inglés, pero ya verán que los aspectos de regionalismo y de país hacen que surjan dialectos particulares a un nivel que devenga en humor y que hoy comenzaré a resaltar a través de esta columna: Nuestro idioma y sus vainas.

Hoy hablaremos de la palabra ‘Papaya’.

¿Y por qué la palabra papaya? Primero por razones ilustrativas en cuanto a las grandes diferencias de significados entre las culturas, y luego por el hecho de que es una de las frutas nativas que más abundan en nuestro continente americano.

Primordialmente hablemos del primer significado. La palabra papaya proviene de la palabra maya páapay-ya que quiere decir zapote jaspeado. Esta castellanización del término dio como resultado la palabra papaya para aludir a la fruta de interior anaranjado y piel verde cuando está viche y amarilla cuando está madura.

La papaya es una fruta que contiene unas propiedades benéficas para regular la digestión y combatir el estreñimiento, y en países como Nigeria se ha utilizado el extracto de hoja de papayo en la medicina tradicional para combatir la malaria y ahora ha sido demostrado científicamente.

Ya de lado el significado más común, es hora de adentrarse en los significados regionales. En países como Chile, Ecuador, Perú y Venezuela existe el significado aceptado de “fácil” o “sencillo” por lo que se puede implementar para indicar que alguna acción carece dificultad, como por ejemplo “Juzgar a los demás con estereotipos es papaya” o “Hoy la salida de Orlando por la I-4 sur está papaya.”

Por otra parte, en Colombia existe la frase “Dar papaya” que quiere decir darle a alguien la oportunidad para que se aproveche de algo, por lo tanto, su significado está cargado con una connotación negativa. Por ejemplo, “El pueblo le dio papaya a sus gobernantes para que fueran corruptos y salieran impunes,” o “A ese gringo lo robaron por dar papaya. Lástima que nadie le avisó que no se metiera por esa calle.” También puede funcionar en frases picarescas, como por ejemplo “Si ella (él) me da papaya, me la (lo) como.” Pero también existe para indicar que algo estaba de fácil acceso y tiene una connotación ladronesca como por ejemplo “Ese dejó sus cosas de papayita. ¡Te vi!”

Otra aceptación popular en Colombia es la de “pasar al papayo” que quiere decir morirse, o “que lo pasen al papayo” que quiere decir que lo maten, pero además también significa querer poseer sexualmente a alguien. De modo que tenga cuidado al decirle a alguien “Te quiero pasar al papayo,” no vaya a ser su enemigo y se confundan o así mismo no vaya a ser su objeto del deseo y reciba rechazo.

De igual manera, en países como Cuba y México, la palabra adquiere una connotación sexual y hace referencia a la vagina. Este detalle puede ocasionar situaciones incómodas cuando uno como colombiano entra a una frutería cubana y dice “Buenas, doña, ¿me puede dar una papaya tierna y jugosa?” Así mismo, en México, utilizan un albur o juego de palabras bastante sutil para referirse a una mujer hermosa al decir “¡Papaya de Celaya!”

Hay una expresión guatemalteca y panameña para resaltar las acciones mismas de la papaya, como “caer como una papaya” para indicar una fuerte caída como por ejemplo “Mi abuelita se cayó como una papaya, se partió la cadera y ahora están culpando a Marielita de haberla empujado”.

También está la expresión ecuatoriana “creerse la divina papaya” para referirse a alguien que se sobreestima en términos de belleza, como por ejemplo “¡Alábate burro que nadie te alaba! Este Narciso se cree la divina papaya y no es más que un guajolote.”

De modo que si está en Cuba no dé papaya y pida frutabomba y si está en México no dé pechito y pida lechosa al igual que en Venezuela y República Dominicana. En Argentina, Uruguay y Paraguay pida mamón. Y en Bolivia tenga cuidado, no vaya a terminar preso por demanda de estupefacientes.

Eso sí, procure disfrutar la papaya bien madura y preferiblemente al desayuno, pero ante todo evite convertirse a toda costa en pura papaya.

Espero este artículo haya aclarado toda papaya-confusión. Les deseo éxitos y ¡qué viva la papaya!