En el mundo actual se mide mucho el carácter, el éxito y muchas capacidades por cómo Actuamos.
Sin embargo, en muchos casos encontramos adultos con carácter fuerte pero solitarios y abatidos. Otros pensándose exitosos pero enfermos y con rabias. Y algunos con muchas capacidades, pero sin ganas, actuando desde una película creada hacia afuera, tal vez por complacer, por buscar aceptación o simplemente por desconocimiento propio.
“Actuando su vida” con un guión escrito por alguien más, seguramente aprendido desde una infancia dolida pero poco cuestionada o revisada. Desde la infelicidad del discurso y no desde la alegría del “artista”.
Y tú… ¿Te has preguntado en qué película estás?
¿Eres tú el creador de tu guión y personaje principal, artístico y coherente de tu vida?
Y digo artístico porque Vivir es un Arte y como personaje principal de tu película te lo debes poder disfrutar. La Magia de Vivir está presente desde que abres tus ojos cada mañana y te atreves a continuar con la aventura.
Por lo tanto, es justamente cuando no estamos siendo coherentes con nuestro Sentir, Pensar y Actuar que vamos creando capítulos no tan placenteros.
Viviendo un día a día en piloto automático, en un deber ser o complacer.
Sintiendo Amor, Pensando en Miedo y Actuando en Complacencia. Nada coherente.
La coherencia en el actuar se logra cuando tu Sentir está conectado con tu Pensar y Actúas desde esa conexión.
Es entonces cuando puedes tener la certeza que estás tomando acciones que te llenan el corazón y te hacen vibrar, que fueron pensadas y estructuradas con cordura y sensatez y que por ende vas construyendo Tu Propia Historia, Sentida, Consciente y Presente.
Es en ese momento presente donde logras tenerte en cuenta como el protagonista de tus días, y vibras con el corazón lleno de gozo. Con la mente en responsabilidad y los actos en coherencia vas creando una historia a tu estilo.
Con los personajes que te gustan y los que te enseñan. Con los colores, sabores y lugares que realmente te hacen feliz, pero sobre todo con la consciencia de ti, tu mundo, tu camino y decisión.
Siendo tú el agente principal de una historia que no puede ser interpretada por nadie más, pero que si no la actúas en coherencia, serás como el payaso que al final de la escena sólo quiere llorar.
Sonríe, llora, decide, actúa desde ti, para ti y contigo. Eres con lo único que cuentas para crear la realidad que verdaderamente impactará el mundo que te rodea.
Te deseo todo lo bueno.