Estamos al borde de la transferencia de riqueza más grande en nuestra historia contemporánea.
¿A qué se debe? Bueno, lamentablemente, los bancos aprendieron bastante poco de la caída estrafalaria del 2008 y volvieron a incurrir en más riesgo del necesario, y por eso ahora cayeron como portentosas torres de dominó, el primero: Silvergate, que liquidó sus bienes para evitar recurrir al gobierno federal cuando comenzó la “corrida de la banca”.
Silicon Valley Bank también cayó. SVB era el proveedor número uno de capital para Tech Startups en California. Pero sus alcances prestamistas no se limitaron jamás al Valle de Silicona, al contrario, al ser la fuente de capital más accesible de capital para industrias como Fintech, Health Tech y Ambiental, entre otras tecnologías, sus préstamos alcanzaron todos los rincones del mundo, como más de 60 compañías de la India tienen atascados más de $250,000 en las cuentas del SVB.
Y luego, el domingo, cayó el Signature Bank de Nueva York.
Pero, ¿qué pasó?
En pocas palabras, los bancos prestaron dinero a startups sin cashflow suficiente para poder cubrir sus deudas. Además, al momento de prestar, prestaron en relación a un interés cercano a 0%, cuando la pandemia frenó en seco la economía, y en el momento que la reserva federal aumentó las tasas de interés, los bancos se vieron con I.O.U.s con intereses menores a los que ahora le debían pagar a la Reserva Federal.
Vaya situación paradójica, pues lo que llevó al banco a la bancarrota, fueron los aumentos agresivos a la tasa de interés de la Reserva Federal.
Y la cuestión no era que SVB careciera los bienes para devolverle todo el dinero a sus depositantes, lo que pasó fue que con los nuevos depósitos salariales el banco no tenía liquidez a la mano para poderlos resolver.
Ya los rumores de las ventas de acciones y bonos a pérdidas de parte de los accionistas mayoritarios tenía a las startups en vilo.
Coinbase, el centro de intercambio de criptomonedas más importante de los Estados Unidos, retiró sus fondos del banco, pero Circle, una entidad bancaria que respalda USDC, el dólar digitalizado nativo de Coinbase, tenía $4.4 Billones de dólares en SVB. Esto provocó que el dólar digitalizado perdiera valor frente al dólar fiat, intercambiando $0.82 por cada $1.
Pero, ¿y entonces qué va a pasar?
Pues, ya pasó. La Reserva Federal, junto con el FDIC, crearon un nuevo fondo de emergencia de $25 billones de dólares que pagarán los bancos que absorban las responsabilidades de los bancos caídos.
Es decir, el gobierno escribió un cheque por U$25 Billones pero no le llaman bailout. Sin embargo, esto quiere decir que ahora entran en circulación más dólares. Efectivamente prendieron las imprentas. Sólo que esta vez digitales, pues sólo hizo falta dar click para poner a circular la billonada.
En realidad esperamos que las familias afectadas por esta situación puedan sobre llevar las dificultades en relación al acceso de su dinero. La FDIC aseguraba hasta $250,000 hasta el lunes 13 de Marzo, a partir de este día, ya no puede ser esa cantidad, pues se caería en una doble moral y un doble estándar al juzgar la toma de riesgos de los banqueros.
Es posible que la Reserva Federal no aumente puntos de interés, lo que significa que bajará la tasa de interés hipotecario y de préstamos, pero a la vez aumentarán las barreras para acceder a ese capital.
En este sentido surge una gran dicotomía, pues, si no hay bancos dispuestos a tomar riesgos en invertir en compañías emergentes, su desarrollo e investigación, ¿a quiénes tendrán que recurrir aquellos empresarios?
Lo que sí es cierto es que una enorme facción de ciudadanos rechazan el rescate gubernamental, y con razón, pues los riesgos de un banco no deben ser jamás los riesgos de una nación. De modo que si la Fed llega a usar dineros de los contribuyentes, la ciudadanía debería recibir los dividendos de los intereses que generarían los préstamos para los bancos. Es decir, en vez de endeudar a la gente por lo bancos, es imperativo endeudar a los bancos con la gente, de esa manera tienen una responsabilidad con el bienestar de la nación y volveremos a ver ese dinero, no sólo llenando casillas en una pantalla, sino transformándose en infraestructura y desarrollo. Si es así, me hacen el favor y le prestan los $50 billones al 10% anual compuesto.
Por último, felicitamos a China por concretar el acuerdo de paz entre Irán y Arabia Saudita. No son las mejores noticias para el PetroDólar por el BRIC y el Yuan, pero por lo menos presenta a la potencia asiática como pacífica e imparcial, justamente entrando ahora a mediar entre Ucrania y Rusia, tan necesario para calmar las aguas de una tercera guerra mundial. Quizá es una movida maestra para poder quedarse con las Fabs de Taiwán y los Micro Chips.
Lo cierto es que la vida es mejor en Paz. ¡Qué viva la paz y América!