buy and sell concept design showing bull and bear

Como el Verano, Arde el Mercado | Junio 2022

Comenzó el verano a full. En la medida de lo posible es vital mantenerse inmerso en el aire condicionado, y si está afuera mejor cómprese un Arctic Air. Tome agua como si fuera una labor de vida o muerte. Embadúrnese de protector para evitar un doloroso y engorroso tratamiento de crema hidratante. A veces uno se quema que no puede ni dormir. Y siente que el aire no enfría. Por eso es mejor una gota de protector antes que un litro de crema hidratante después.

Y así como está el clima está el mercado: ardiente, sofocante, extenuante y carbonizante.

Según Warren Buffet, cuando todos huyen despavoridos, amasa y sé avaro, pero cuando todos se pongan avaros, huye por tu vida.

 Quien sabe.

Los memes en Twitter se burlan de dos estrategias famosas: Dollar Cost Average, que dictamina que lo mejor es comprar cuando sea, pero de manera constante y consistente. Así se promedia un mejor precio por acción o criptomoneda para cuando el mercado vuelva a subir.

Y la otra es Buy the Dip, que especula que la caída del precio es temporal y pronto volverá a recuperarse.

Puro Hopium. 

Así mismo, el mercado de Bien Raíz y de Préstamos ha disminuido la velocidad, pero sí se mantiene con la inercia de lo que venía. En otras palabras, está entrando más oferta al mercado desde listings demorados hasta nuevas construcciones.

La otra fuente de inventario es la de los contratos caídos, usualmente porque el comprador no puede asegurar el préstamo. En este caso una propiedad que ya estaba fuera del mercado vuelve y entra, y por lo general lo hace a un precio reducido. 

Ese es el otro fenómeno, la reducción de precios accross the board. Sin embargo, los precios habían aumentado tanto que la reducción lo que logra es consolidar un precio más razonable para el mercado, pero aún así muy por encima de lo que se compraba una casa en Orlando hace dos o tres años. 

Por lo tanto, vemos que le bajan 10% o hasta 20% a una propiedad listada por $350k, y de todas maneras queda en $315k o $280k una casa que costaba entre $180k a $220k.

Es un nuevo mercado.

Es poco probable que vuelvan a esos precios, y es muy probable que el interés siga subiendo. El gran problema son los inversionistas institucionales, quienes se compran toda una calle, un complejo o un vecindario como método de protección contra la inflación. Y de este modo pagan por encima del precio listado, pues el interés del préstamo es mucho menor que el interés oculto de la inflación.

Así que si usted también está buscando casa por primera vez, abróchese porque no se va a poner más fácil, y lo único que sirve es prepararse para una batalla feroz.

Entonces, como están las cosas, lo único que importa es preguntarse: ¿cuánto comprar?

Históricamente, las recesiones y los grandes selloffs son la manifestación de un flujo de riqueza de unas manos a otras. 

De modo que hay que preguntarse de qué lado del flujo quiere estar. 

Por otra parte, en Colombia se celebran las elecciones. El tema político siempre es difícil porque se tocan sensibilidades y se toman las cosas de manera personal. Tanto que los amigos de siempre se pueden tornar hostiles y las cenas familiares se vuelven trinchera.

Y qué importa, a la final, dice mi padre, si ninguno de esos me mantiene. Y tiene razón. En cierta medida. Pues el bienestar de una nación está ligada al poder de dirección y el curso de navegación que proponen los presidentes de los tres poderes.

Al final, un hombre al mando está supeditado a la aceptación y obediencia en la ejecución de sus órdenes. Un presidente no actúa sólo. Actúa en representación de la voluntad de la población, pero la decisión de actuar o no es únicamente suya.

Lo que a mi parecer sí es claro, es que Colombia no necesita más violencia. Ya es demasiada sangre derramada. Fue suficiente. Espero que el presidente electo tenga eso claro.

A todos les deseamos un feliz verano, que gocen en la playa, la piscina, los spring holes, la tina o una manguera. Goce el agua que por ahora es casi gratis. 

Por último, gracias a ustedes, ya son tres años de circulación.

¡Qué viva América!